miércoles, 31 de diciembre de 2008

Iria: Plastilina y melancolía, perfecta materia maleable

.
.
La mirada poética
modelaba las primeras letras:
la vida enredada en aquella tela de araña,
el elefante de proverbial memoria,
la amorosa colonia frente al pecado de la iglesia,
el mundo observado por cada pequeño ojo,
y la jugosa uva proclamando el frescor de la carne.
.
Platero tenía los ojos de azabache, como mi pelo,
recuerdo su color frente a tu barba y tus cabellos blancos,
aquella vieja foto con la tinta borrosa,
sin duda producto de las lágrimas
por la ausencia anunciada de tu sangre,
que hoy te devuelvo,
con la mirada manchada.
.
Perfumaste con tu aroma juveniles trazos negros
que han dado paso a la flor de la palabra.
Mece la niebla, aliviando nuestra esperanza.
Crecen tus cenizas, cada vez más blancas,
brotan primaverales en mi garganta.
.
.
.
.
.
.

No hay comentarios: