lunes, 27 de diciembre de 2010

Max, no te pongas estupendo...

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Tus cuatrocientos veintiséis
euros atragantados
en boca del estómago,
tirados a las vías
de las que partirá el nuevo año.
Por ti solo esta noche
la loca de la casa
se vestirá de lentejuelas
espesas y humeantes
y se estufará el pelo.
Para ti vive su locura.
De tu fuerza se nutre.
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miércoles, 8 de diciembre de 2010

jueves, 2 de diciembre de 2010

Pertenencias

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Por qué nace el deseo.
Los unicornios mueren
en la autopista
con la boca sangrando,
y hay un monstruo en el jardín
que come nombres.

Dónde ocultar
verbos manchados
de voz ardiendo,
si sus ecos de tinta
se arañan en la letra.

No quieras desatar
la maraña de seda
donde habita el poema.
Me pertenece
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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ada Salas


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Siento un altar encendido,
un roce en el centro.

La palabra es una máscara
difícil de sostener,
una frontera íntima.

Sin embargo tú
bautizas mi rostro
con el trazo de la voz,
intuyes el capricho
de la blanca diosa,
su altiva fragilidad.
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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ríos de tinta


Me pierdo entre sus aguas
hasta la transparencia,
ondas concéntricas
que desembocan
tras la libélula:
eres tú o la deriva.

Quiero sentir
la lógica fluvial
para pensarte
así como me vienes,
caudal apetecible,
hombre de manos fuertes,
corriente subterránea
de todos los placeres.
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sábado, 30 de octubre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

Inercias de paloma



"Adiestrarse en olvidos de palomas"         
                        Guillermo Carnero            

La inercia es inútil,
nos frena el sentido común,
los hormigueros de ladrillo,
las callecitas blancas,
cuando apenas somos nada desde el aire.

Perpetuamos un mapa con cuadrícula
completamente ciego,
a ratos sordo,
e irónicamente feliz.

Dejemos que el viaje nos lance
a través del espejo
hacia cualquier sitio,
ignoremos a los relojes quietos,
al futuro de indicativo,
a las tijeras de la Parca,
ignoremos también
las penas y el dolor.

Somos proyecto indefinido,
no llegaremos al lugar
del que partimos.

Pero hay que dejarse llevar.



viernes, 8 de octubre de 2010

Sanos y salvos

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Novelar las entrañas.

Hallar todos los nombres
para que el tiempo
se quede adentro.

Relatar cada día
conformando sucesos.

Adornar nuestro
miedo a decir
para no traicionarnos.
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jueves, 16 de septiembre de 2010

Aclarar la voz




Hablo del vacío
que esconden tus trajes.

Del nudo de la corbata.

De la vuelta a casa
sumergido en la vergüenza
del estorbo,
de lo inútil.

Fermenta tu voz
en el aire espeso, atragantado.

 No tienes dinero,
no tienes trabajo.

Tan sólo unas manos
 limpias,
nerviosas,
desvalidas.

Unas manos que aman.
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viernes, 20 de agosto de 2010

martes, 10 de agosto de 2010

martes, 22 de junio de 2010

Los lugares ocultos

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Tan hermosa como esos laberintos
que alimentan de sangre las entrañas,
difícil comprender
dónde está la entrada, dónde tus manos
que sostienen el hilo,
de qué lugar partir
con las mañanas rotas,
a qué lugar llegar
sin la culpabilidad de saber
que el amor siempre ocurre
aunque nosotros no hayamos estado
allí para vivirlo.



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Vetusta Morla

domingo, 13 de junio de 2010

Terneza

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Rebusco en el nidal
donde cada palabra fructifica
para morder tu labio
con las voces más tiernas,
si fuese un animal
me revolvería el hambre,
la inquietud de sus vísceras
opuesta a la ciudad del cloroformo,
a su brutal manzana digital.
Unicornios cruzan las autopistas
con la boca sangrando,
se vienen a morir
bajo secretas ramas,
desde este sauce escribo
lo que en su savia callan.

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martes, 8 de junio de 2010

Interesante artículo de Ignacio Echevarría

"Yo no leo, yo escribo"



Dice Umberto Eco que cuando le preguntan, a menudo con insistencia, si ha leído tal o cual libro, contesta siempre: "Mire usted, es que yo no leo, yo escribo". Y de este modo consigue que todos se callen. Lo cuenta en su entretenidísima conversación con Jean-Claude Carriére, publicada hace poco bajo el disuasorio título Nadie acabará con los libros (Lumen, 2010).
La frase de Eco es una boutade, sin duda, pero como toda boutade concede un cierto margen a la verosimilitud. Al fin y al cabo, llegado a ciertos niveles, no es raro que un estudioso como Eco tienda a hacer un empleo cada vez más instrumental de sus lecturas. No es raro, tampoco, que, conforme el tiempo pasa, la relación entre lectura y escritura termine por invertirse, supeditándose la primera a la segunda, a veces hasta sucumbir casi.
Pero ocurre, además, y con sorprendente frecuencia, que haya personas que no sólo escriben, sino que además quieren dedicarse a escribir -es decir, ser escritores- sin apenas leer, o con muy escasa afición a la lectura. Con ellas se cumple literalmente lo que Umberto Eco suelta a modo de boutade: "Yo no leo, escribo".
El caso ha sido más o menos habitual entre adolescentes y muy jóvenes en los que es fácil reconocer el impulso de escribir -de inventarse- desligado de toda pasión por la lectura. Pero la "nueva era alfabética" -Eco dixit- que ha florecido con Internet parece estar alentando semejante impulso en capas mucho más amplias.
No, quizá no sea tan verdad aquello que decía Jaime Gil de Biedma cuando le preguntaban por qué había dejado de escribir: "Al fin y al cabo, -respondía- lo normal es leer"
Puede que fuera lo normal hace apenas dos o tres décadas. En la actualidad, sin embargo, se diría más bien que lo normal es escribir, habiéndose dispuesto para ello nuevos y amplísimos cauces. Por supuesto que todo aquel que escribe también lee, pero ya no se cumple regularmente el presupuesto conforme el cual la vocación de escribir deriva, por lo común, de una afición previa a leer.
Cabe hablar del surgimiento masivo, y más o menos reciente, de una nueva especie de escritor que lee principalmente por reciprocidad, en la medida en que sus lectores son asimismo escritores. Parece chocante pero no lo es tanto si se piensa en el funcionamiento de los blogs y de las redes sociales.
Observa Eco que si "alguna vez pensamos que habíamos entrado en la civilización de las imágenes, el ordenador nos ha vuelto a introducir en la Galaxia Gutenberg y todos se ven de nuevo obligados a leer". Pero tanto como a leer -y repito aquí una idea que ya expresé en otro lugar, y a otro propósito- Internet y la nueva galaxia digital obligan a escribir y del hábito de hacerlo se desprende el placer de hacerlo, que deriva fácilmente en compulsión a hacerlo; placer y compulsión ligados, por los demás, a los que procura el ser leído, experiencia esta última que antaño, con la escritura epistolar, se limitaba a un número muy restringido de interlocutores, pero que Internet permite que se multiplique, potenciando la labilidad entre escritura privada y escritura pública, y propiciarse de este modo la fantasía de instituirse uno mismo en escritor.
La descripción de este mecanismo, -susceptible, por supuesto, de infinitas variantes y gradaciones- permite imaginar esa figura del escritor que no lee sino que escribe (restringiendo ahora la acepción de leer a su sentido más convencional, o si se quiere, culto).
No es extraño que, en este contexto, gocen de particular bonanza las fórmulas metaliterarias y lo que cabe entender como "épica del escritor". Hace ya mucho -pero nunca como ahora- que la literatura contemporánea se ha poblado de escritura ensimismada o futuroide, de héroes que son ellos mismos escritores y para los cuales las vicisitudes de la propia escritura -mucho antes que la lectura- constituye todo el horizonte de toda aventura posible.
La invención de la imprenta, hace más de cinco siglos, impulsó un proceso de democratización de la lectura que conformó la llamada Galaxia Gutenberg, en la que libros y escritores aglutinaban comunidades más o menos numerosas de lectores. Puede que Internet esté alterando radicalmente esa ya vieja proporción entre lectores y escritores. Que entre las transformaciones más profundas a que está dando lugar se cuente la de democratizar la escritura hasta el extremo de que empieza a vislumbrarse una archirrepleta república de autores más o menos virtuales que escriben más que leen. Es decir, que no leen -para qué- sino que escriben.
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Ignacio Echevarría, El Cultural de El Mundo, 4 de junio de 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

Nada más que un yo

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Dos figuras borrosas,
apenas queda nada más que un yo
sentado allí contigo,
hallando por primera vez el mar.
El cielo azul infancia,
marea viva el cuerpo,
tiempo mecido en olas.
Concédeme un minuto.
Tengo miedo a morir.
Tú también morirás aquí conmigo.
Nuestra foto se pudre
entre raíces del sauce.
Escucha su dolor.
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miércoles, 26 de mayo de 2010

Contrarreloj

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Quizás, llama otra vez,
no sale hasta las ocho,
diez minutos es demasiado tiempo
para estar allí, tendida sobre la acera,
tiempo muerto, quedan veinte segundos
para el final, todavía es posible,
concédeme un minuto,
las llaves no aparecen
y confluyen en esta misma esquina,
amarga como el llanto,
un suspiro, un pispás, un estornudo,
eras joven, tu foto,
diecinueve años, el tiempo no pasa
cuando estoy contigo, nos subiremos
al siguiente, pronto para morir,
los jueves de seis a ocho,
malditos calendarios,
en un segundo te cambia la vida,
escucho una ambulancia cuando duermo,
llámame más tarde, esta noche no,
te llevo a casa, espera,
vivo al otro lado del cruce, tienes
la sangre violeta, no me contestes,
no sé cuál es tu nombre,
quedan veinte segundos,
gracias por su visita,
te querré siempre, ahora
y siempre, tú conmigo, bajo la lluvia,
la única justicia que nos queda.
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miércoles, 19 de mayo de 2010

"Te llamo alma, con un cuidado extremo" (Antonio Cabrera)

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Todo ordenado. Pasas
la llave, doblas la ropa, te sientas.
Ilusionismo, truco.
El sauce en un lugar
pensado, proyectado
de la misma forma en que los objetos
vienen a ti, te buscan.
Plato, taza y cuchara
acuden a tus brazos
con la docilidad de un perro viejo.
Enroscado en la cuchara el sabor
aúlla y se vuelve dulce,
es fórmula secreta
que lo organiza todo.
Dispones el espacio,
sitúas las plantas, el césped, el cielo
dentro del colacao.
Aquello que perdimos,
lo que siempre nos falta,
asentado en el fondo
mágico de su grumo.

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miércoles, 12 de mayo de 2010

Intactos, hasta el alba

Descansa en ti la noche,
con sus dedos de terciopelo guarda
recuerdos en estantes.
El ruido ya no es retorcido anzuelo
en el asfalto, grito enmudecido
por motor de automóviles,
sino lenguas de tierra,
túneles con dirección primavera,
semáforos en flor.
De niña desenterrabas miñocas,
colgaban del sedal
hundidas en el agua:
era fácil morder
o callarse la boca.
Sin embargo ahora la sangre se agarra
como la hiedra a ti,
los ríos azules de tus muñecas
ya conocen el rastro de los árboles
ocultos en cemento,
intuyen su vértigo de cascada;
pero allí permanecen,
intactos, hasta el alba.
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miércoles, 5 de mayo de 2010

A la sombra


Hace calor, la melisa y el espliego
se mezclan en la tarde,
es tu piel, llegas desde algún lugar,
fortuna caprichosa
o bálsamo secreto.
Evalúo distancias
tendida sobre la hierba,
son laberínticas las ramas
que me cobijan,
temo al cielo azul, es inmenso
si bajan a beber tus ojos
hasta la orilla,
amo la frescura del agua,
su lámina intangible;
el miedo es ciego jeroglífico
escrito en las líneas de la mano


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miércoles, 28 de abril de 2010

Insomnio

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Tienes los ojos a media persiana,
como los bares, pides
oníricos abismos,
eso que repetía Calderón:
la vida es sueño, pero ya no estás
para profundidades,
prefieres los abismos
de madriguera suave,
que te cubran el rostro
con sábanas amables
mientras caen ramas del calendario,
hojas secas sin firma
sobre tu alfombra verde.
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Sin embargo la sed
siempre al pie de la cama,
ansia nocturna de charcos y lluvia,
la última copa en el sauce dormida,
el calor de agua dulce.
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La madera en las sillas
es barniz del vacío,
muda materia acodada en la barra,
el sonido metálico del cierre.
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miércoles, 21 de abril de 2010

Saucix alba


He soñado con el sauce del parque:
reconozcamos que nacía allí
la adolescencia lánguida,
esa premura de agua
en las raíces mudas.
Fermentaba su blanca savia adentro,
crecía bajo el manto del arroyo
en hilos transparentes, junto a peces
cristalinos en acuarios del sol.
Tú eras quien escuchaba
con abandonado rumor de pasos
su arpa escalada en vientos,
la llamada del tallo
con fresca voz de sombra,
pues cuando llama el sauce
callan los automóviles redondos,
se detienen las letanías diarias,
suspende el vuelo ágil cualquier gorrión
para escuchar lo que cuentan sus ramas.
Si las oyes, amor,
ven, resguárdate en su habla.
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GGracias, Antonio, por tu ayuda
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miércoles, 31 de marzo de 2010

La sociedad protectora de animales

Sopa en lata. Muslo de pollo
en bolsa de supermercado.
El viento es húmedo,
recuerdas el mar de la infancia,
la arena infinita entre los dedos,
la densa niebla que se expande,
veloz, desde el océano.

Duelen las piernas,
ten cuidado por donde pisas,
tus gastadas suelas entre altas botas;
después, cerradura de nadie,
el olor a leña y café de pota,
cucharas arrugadas que no brillan,
la nieve blanca, el cielo,
tu peine sin púas en el lavabo,
el crucifijo solitario,
el antiguo almanaque
de un fidelísimo perro pastor.

Hoy te crujen los huesos,
piensas en las perreras
tan crueles; en la humedad
que se filtra por las ventanas
y mancha las paredes.

Apagas la luz, y ya todo duerme.

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martes, 23 de marzo de 2010

Fotografía

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Silencio. Escucha.
En un claro del parque
un banco espera.
Bajo sus maderas curvadas
se ancla el acero en tierra firme.
Desafiante, se opone
al sendero que fluye
entre los árboles,
al suelo embriagado de luz,
a la ausencia de pasos.
Las ramas son suaves y el cielo gris,
se detienen las hojas,
se calma el viento,
el paisaje se sienta y te pregunta.
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martes, 16 de marzo de 2010

Nosotras


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Barajamos cadáveres
desde confortables salones
de solitarios reinos
con el mando a distancia;
pero la sangre permanece


."Nunca limpias lo suficiente"


Escondemos el rugido animal
entre los perfumes del baño,
olvidamos nuestro reflejo
sobre la mesa del salón
o el helado mármol de la cocina


"Dicen que estamos vivas"


Por todas las grietas surge la voz,
de todos los caminos
por los que transita la ausencia


"Dame tu rostro verdadero,
déjame ser sola contigo
presencia o testigo de lo vivido"

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martes, 9 de marzo de 2010

Nocturno

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El asfalto baña la luna,
los motores se arañan
como gatos desamparados
bajo la oscuridad.
La ventana nos muestra
cortinas parpadeando
al aire, madera y cristal
frente al vacío.
.Dentro la madriguera
de plumas, el sobado
cabezal de los sueños,
el amortiguado timbre
de un antiquísimo reloj.



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miércoles, 3 de marzo de 2010

.......


..No podría decírtelo, mi amor,
aunque escribiese con mis manos
en tus cálidas aguas
de sedicioso océano.
Se deslizan los peces
cual besos suaves,
mordisquean mi cuerpo
y asciende alegres
tal palabras burbujeantes
rompiendo el aire.
Me atemoriza el arco de tus ojos
apuntándome al corazón,
el incendio pirata de tu risa
bajo bandera deliciosa;
quema el fuego mi boca
y naufraga la lengua
como el dulce oleaje en tu costa.

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martes, 23 de febrero de 2010

Haikus

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Tormenta de verano,
rostros alzados
mirando al cielo
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Se lleva el mar. . .
tus huellas olvidadas. . .
sobre la arena. . .
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martes, 16 de febrero de 2010

Vibrante múltiple


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Si te aproximas
soy temblor ardiendo, voluta
calcinada en el labio,
mordida lengua.
Un goteo carnívoro
nos vence, hay puentes
que reinventan la sed
y saltan por los aires,
culpables y aturdidos.

.Gimen las manos
como lobos cercados,
aúllan sus ojos al temor
hambriento de la duda,
al certero impulso animal
que me acuchilla.

.Se evaporan los besos,
hierven deprisa,
laten como relojes
sobre tu piel desabrochada.

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martes, 9 de febrero de 2010

Paracaidismo

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Leer equipajes como libros,
encender libros como lámparas,
oler lámparas como flores,
mullir las flores como almohadas,
desplazarse en almohadas como en trenes,
consolar trenes como llantos,
lavar el llanto como las camisas,
liberar camisas como palomas,
traducir las palomas como lenguas,
mondar una lengua como una naranja,
construir naranjas como puentes,
resolver puentes como crucigramas,
sacudir crucigramas como alfombras,
narrar alfombras como cuentos,
avivar cuentos como fuegos,
trenzar fuegos como cabellos,
esconder cabellos como secretos,
disparar secretos como revólveres,
vivir en revólveres como en islas,
saborear islas como cerezas,
esbozar cerezas como sonrisas,
atrapar las sonrisas como liebres,
afilar liebres como lápices,
fletar un lápiz como un barco,
degustar un barco como un café,
dedicarte un café como un poema,
dejar caer poemas como cuerpos,
y besarnos, al fin, sin equipajes.
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miércoles, 27 de enero de 2010

Poema de tu cuerpo

Versos de luna
por los umbrales
de tu silencio.
De línea alba
se forma
tu piel naciente.
Buscamos en la noche, una palabra,
distancias sin brocales
en los ojos
o plateado nácar de cegueras.
Soy cuadratura:
rodeada de luz
mi mano nombra vértices
en tus lunares

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miércoles, 20 de enero de 2010

Faro de cabo Vilán



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La noche es abrazo de tempestades
y en la distancia, el resplandor inmóvil
de su cuerpo, ofrenda de oro que pone
límites al mar, se alza
en la pétrea torre
como vieja Penélope
enfurecida con la sal del viento,
todavía tejiendo acantilados,
amarrados los hilos siempre
al regreso; es su mayor victoria
un lejano barco que vira,
la menor, la mujer
llorosa que suspira
por el arrullo lácteo
de una canción nunca olvidada,
por el ahogo de sueños
en las playas de la mañana.


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viernes, 8 de enero de 2010

Agujero del tiempo


.Despliego tus sábanas de tinta
por donde se derriten los sueños
con muchísimo temor.
Vuelven tus ojos de cristal ahumado
sobre los viejos rescoldos
de un dédalo que ama.
Cerraré los párpados al miedo de no ser más
que un artilugio de juguete
tras el silencio del escaparate.
Quiero oler la forma de tu alma
entre las flores mecánicas de la palabra,
por eso busco entre los suaves pétalos de los libros
el lugar adecuado para construirte un laberinto,
una enredadera de papel que nos detenga,
aunque sólo sea por un instante,
ante la misma cadena de letras


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