miércoles, 28 de abril de 2010

Insomnio

.
.
.
Tienes los ojos a media persiana,
como los bares, pides
oníricos abismos,
eso que repetía Calderón:
la vida es sueño, pero ya no estás
para profundidades,
prefieres los abismos
de madriguera suave,
que te cubran el rostro
con sábanas amables
mientras caen ramas del calendario,
hojas secas sin firma
sobre tu alfombra verde.
.
Sin embargo la sed
siempre al pie de la cama,
ansia nocturna de charcos y lluvia,
la última copa en el sauce dormida,
el calor de agua dulce.
.
La madera en las sillas
es barniz del vacío,
muda materia acodada en la barra,
el sonido metálico del cierre.
.
.
.

miércoles, 21 de abril de 2010

Saucix alba


He soñado con el sauce del parque:
reconozcamos que nacía allí
la adolescencia lánguida,
esa premura de agua
en las raíces mudas.
Fermentaba su blanca savia adentro,
crecía bajo el manto del arroyo
en hilos transparentes, junto a peces
cristalinos en acuarios del sol.
Tú eras quien escuchaba
con abandonado rumor de pasos
su arpa escalada en vientos,
la llamada del tallo
con fresca voz de sombra,
pues cuando llama el sauce
callan los automóviles redondos,
se detienen las letanías diarias,
suspende el vuelo ágil cualquier gorrión
para escuchar lo que cuentan sus ramas.
Si las oyes, amor,
ven, resguárdate en su habla.
.
.
.
GGracias, Antonio, por tu ayuda
.
.