domingo, 8 de marzo de 2009

Isaías

.
.
.
.
Llueve.
Caras de domingo
levemente azuladas.
Mercado de compras,
botas y paraguas.
Chillidos de gaviota
despiertan el agua salada.
La tristeza no regala tregua
a las buenas palabras.
¡Pero cómo llueve, mi amor!
Camino descalza,
pisando los charcos de sangre
que envenenan mi alma.
Sé que no te olvidaré.
¡Sonríe, Isaías,
levántate y anda!
Aquí...
no ha pasado
...nada.
.
.
.
.
.
.
(Dedicado a todas aquellas personas que luchan por la libertad y la democracia)

No hay comentarios: