lunes, 16 de marzo de 2009

A la intemperie

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Se interrogan curiosas las teatrales lámparas
algodonadas por los telares de pestañas
en el instante lumínico que nos separa.


Tus ojos me buscan en los plisados de seda,
ondulados al ensueño que nos desconoce,
mientras asomo mi pie zurcido bajo el lienzo.


Las miradas se desordenan tras el telón de boca,
cae la pirueta mortal hasta los zapatos rotos,
se abre el día y no hallamos guión donde cobijarnos.
.
Traspasamos la luz cenital de nuestros mismos sueños.

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(La ventana indiscreta, de Alfred Hichcock, 1954)

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